Manual para ser FELIZ. El libro Completo

1º PASO: Sé feliz

Pensarás: “¡Venga, me estás tomando el pelo! Este libro es un engaño, si ya empezamos así mal vamos, voy a pedir que me devuelvan mi dinero…”

Pues no, no es broma, para tener una vida feliz hay que serlo. Es una verdad grande como un mundo y es el primer Paso que puedes poner en práctica. Te puede parecer absurdo o ridículo incluso, pero es efectivo, te lo aseguro y si lo pones en práctica y no funciona deberás comunicárselo a la ciencia, pues serás un caso de lo más extraño.

No creas que soy una exagerada, te lo voy a explicar a fondo  para que veas que no es algo tan descabellado.

 

La felicidad es un hábito, ¿recuerdas? Es un estado de ánimo y ya hemos acordado que los estados de ánimo se pueden conseguir y voy a ponerte un ejemplo práctico:

Imagina que, desde este mismo momento, decides centrarte en todo lo malo que hay en el mundo. En ese instante estarás adoptando una actitud.

Durante 5 minutos te concentrarás en hacer una lista de todo lo desagradable que te rodea, lo que te molesta y las personas que se dedican a fastidiarte sin razón.

A los 10 minutos (o incluso antes) tendrás un cabreo de 3 pares de narices y probablemente te sientas de muy mal humor.

Pero tú estás decidido y quieres seguir en esa línea, así que te guardas la lista y la revisas antes de cenar y, ya de paso, vas añadiendo cosas en ella.

La lees cada vez que parece que algo bueno puede pasar: si llaman al timbre, si alguien te saluda con una sonrisa, antes de acostarte y, para no perder la línea de pensamiento, es lo primero que ojeas nada más levantarte.

En unos días tu lista se habrá convertido en una libreta y tú en una persona intratable, amargada y a punto de saltarle a la yugular a cualquiera que se cruce en tu camino.

Si no te parece suficiente, siempre puedes aumentar el estado de insatisfacción continua gritando, dando golpes y acosando a los demás cuando algo te moleste.

Con el tiempo te será tan habitual ver el lado malo de las cosas que lo harás de forma automática, ya no necesitarás la libreta, llevarás toda una enciclopedia en la cabeza y cada día le podrás añadir un nuevo tomo, sin el más mínimo esfuerzo.

 

Estoy dramatizando la situación y exagerando la actitud, pero sabes que no por ello es menos cierto.

Pues si te digo que puedes optar por centrarte en lo bueno para trabajar la actitud contraria y hacer que tu cuerpo y tu mente se habitúen a estar contentos y adopten esa costumbre sin esfuerzo y de forma natural ¿por qué dudas?

Estar insatisfecho, amargado o incluso enfadado es una costumbre. Así que de la misma manera, estar satisfecho, feliz y tranquilo también.

No quiero que tengas dudas, por eso voy a explicarte cómo se crea un hábito para que puedas ponerlo en práctica sin peros ni desconfianzas.

La Creación De Un Hábito:

Ya me conoces un poco, así que sabes que toca definir para después aplicar sin dudas:

Hábito: Cualquier conducta repetida regularmente, que requiere de un tiempo de aprendizaje o repetición para la realización perfecta de la misma.

 

Como puedes ver, la forma habitual de crear hábitos es por repetición: caminar, montar en bicicleta, conducir un coche, lavarnos los dientes, vestirnos, todo se vuelve automático con la práctica.

Un hábito, en términos científicos no es más que un camino neuronal que se activa de forma mantenida en el tiempo [1].

Cuando iniciamos un patrón de conducta, el cerebro necesita tiempo para formar una red de neuronas que se dedicarán a memorizar la secuencia de pasos que necesitamos, para conseguir realizar la tarea completa.

Al principio da mucho trabajo, hay que poner los 5 sentidos en ello y nos desconcentramos a cada minuto. El cerebro trabaja a pleno rendimiento, se esfuerza por captar cada detalle y resultado para crear el camino neuronal perfecto.

Cuando ya lo hemos aprendido y tenemos las instrucciones claras nos toca practicar, tenemos que repetir una y otra vez lo que hacemos para mejorarlo. Cientos de veces enviaremos un impulso eléctrico por ese caminito neuronal que, a base de funcionar, se convierte en una autopista: rápida y fiable.

A fuerza de repetir nos sale solo, no tenemos ni que pensarlo. Se ha transformado en un hábito.

Pongamos entonces ese mecanismo mágico en funcionamiento, pero esta vez de forma consciente para nuestro propio beneficio. ¿Cómo? Muy sencillo:

Adquiere el hábito de ser feliz. Sí, en serio, practica la felicidad hasta que consigas que se transforme en una costumbre y ya no te costará el más mínimo esfuerzo. Será tan natural ser feliz como respirar.

 

“Y eso, ¿cómo lo consigo?”, pensarás [2]. Pues si recuerdas el ejemplo de la libreta maligna lo deducirás tú mismo: sólo tienes que centrarte en todo lo bueno que hay en tu vida.

Aunque quizá estés en un pozo tan profundo que no encuentras ningún motivo para ser feliz. No hay problema, puedes no ser feliz, puedes no encontrar motivos. Más adelante yo te daré recursos de sobra para encontrarlos.

Por el momento recuerda que sólo por haber nacido tienes la capacidad de sentir, así que pon todo de tu parte para dedicarte a sentirte feliz. Finge serlo, actúa como si ya lo fueras.

Hemos dicho que si te habitúas a ser feliz acabas siéndolo de forma automática. Pues vamos a utilizar justamente ese recurso, vamos a ser felices aunque no lo seamos.

 

¿En serio? Sí, muy en serio. Sé que no es tan sencillo, por eso voy a darte una lista de recursos para fingir “de verdad”. Para engañar al cuerpo y al cerebro y obligarle a adoptar la actitud de ser feliz.

Recapitulemos:

  • Primer consejo de este manual: para ser feliz, sé feliz.
  • Segundo consejo: finge lo que no eres.

Decididamente esta escritora está loca…

Pues no exactamente, no estoy loca, sólo soy feliz y un punto de lo que se considera locura te hará serlo a ti también.

 

El caso es que el consejo tiene matices e incluso explicación científica. El primer matiz es que vamos a fingir lo que queremos llegar a conseguir, por nosotros, para nosotros, no para contentar a los demás o para fingir algo que realmente no queremos.

Te sonará la situación de sentirte muy mal, cansad@ o deprimid@ y decir que no te pasa nada, que estás bien, salir a la calle con una sonrisa. Todo eso lo haces para no preocupar a los demás, para no dar explicaciones, pero tú sabes de sobra que no estás bien y no te sientes bien. Esa es la diferencia, ese es el motivo por el que fingir ser feliz hacia afuera no sirve.

Tienes que fingir ser feliz, pero para ti, tienes que convencerte a ti mismo de que lo eres, si puedes “engañar” a los demás, ten claro que también puedes conseguirlo contigo mismo.

No tienes que sobreactuar, ni siquiera es una cuestión de prohibirte estar de bajón, es cosa de buscar recursos que te ayuden a llegar a esa ansiada felicidad. Y para eso estoy yo aquí.

 

Vamos primero con la explicación científica, para quitarnos las dudas de delante y centrarnos bien en nuestro objetivo.

Lo primero de todo, te presento a Hans Berger. Probablemente no sepas quien es, pero te comento que fue el científico que descubrió las ondas cerebrales en 1924. ¿Cómo? Pues inventando el primer electroencefalograma de la historia [3].

No voy a aburrirte explicándote los 5 tipos de ondas que existen [4], pero si quiero que sepas algo muy importante:

La ciencia ha comprobado que determinadas ondas cerebrales son las responsables de determinados estados de ánimo [5]. Esos estados de ánimo influyen en tu comportamiento e incluso en tu aspecto (por ejemplo es habitual que las personas deprimidas caminen más encorvadas o cabizbajas, se sienten inferiores y el cuerpo se alinea con esta idea para confirmarles que su pensamiento es correcto [6].

 

Pues bien, para nuestro regocijo y felicidad se ha descubierto además que el proceso es biyectivo. Es decir que la correspondencia funciona también en el sentido contrario [7].

Así que el aspecto, la postura o incluso las acciones también influyen en el estado de ánimo. Por ejemplo, si tú estás enfadado y te pones a bailar o saltar, como el cuerpo asimila que esa es una actividad relacionada con la alegría y el entusiasmo, te será imposible continuar enfadado.

¿Quieres más recursos?

Voy a darte unas cuantas técnicas para conseguir cambiar esos estados de ánimo que consideramos negativos por algo más cercano a la felicidad.

Veamos lo que puedes hacer para mejorar tu actitud en esos momentos que te provocan:

  • Tristeza o desilusión: dirige la mirada hacia arriba, como si tuvieses unas gafas puestas y quisieses ver por encima de ellas. Esto impedirá que adoptes una postura cabizbaja y tu cerebro se centrará en elevar el ánimo al igual que tú elevas la vista. Además también puedes comer chocolate negro (sí, así como lo lees), pues te ayudará a liberar endorfinas. Estos neurotransmisores se conocen como la hormona de la felicidad y esta es una de las maneras que tenernos para estimularlas [8].
  • Bajón anímico: a nivel emocional no hay nada tan potente como el sonido, pero esta es la única situación para la que te tendrás que preparar con antelación. Crea en el mp3 o en el móvil una lista de reproducción con unas cuantas canciones que te llenen de energía y buen rollo, de esas que aunque no quieras te hacen mover los pies o tamborilear con los dedos sobre la mesa. Cada vez que te sientas deprimid@ ponte los auriculares, es una forma muy sencilla de recargar las pilas en cualquier sitio. Si no sabes qué lista hacer porque cada día dependes del viento musical que te sople (como yo), tengo tu remedio. Para empezar decirte que la canción “Viva la vida” del grupo Coldplay, se ha ganado a nivel científico la propiedad de ser la mejor canción para empezar el día con la felicidad a tope [9]. Si no te convence siempre puedes usar un truco: los binaurales [10]. Quizá no te suenen mucho, pero los binaurales no son más que sonidos a determinados Hercios que obligan a tu cerebro a cambiar la onda (nunca mejor dicho). Si los utilizas un rato verás su efectividad, eso sí, siempre con auriculares y durante no más de 1 hora.
  • Angustia: para el nervio lo mejor es meditar, pero en este estado es algo realmente complicado para novatos, por eso lo mejor es usar la técnica de controlar la respiración. Usa el ejercicio de “La caja de respiración”. Es sencillo, coges aire durante 4 segundos, aguantas la respiración contando hasta 4 y expiras en otros 4 segundos. Puede que al principio no notes el efecto, sin embargo, si lo haces un rato conseguirás calmarte. Tu cerebro está funcionando a pleno rendimiento, oxigenando a tope y, sobretodo, concentrado en contar. Para terminar de convencerte te cuento que esta es la técnica de respiración que enseñan a los cuerpos de élite para enfrentarse a situaciones de gran estrés sin bloquearse [11].
  • Enfado repentino: cuando notes que te reconcomen por dentro las ganas de pegar un grito o de darle a alguien una palmadita…en la cara…con una silla (xD), deja salir esa rabia, pero sin usar la silla. Por un lado puedes retirarte a algún lugar tranquilo y pegar unos cuantos gritos, darle una paliza a tu almohada, o simplemente imagina algo sumamente gracioso. Al cerebro le es imposible sentir 2 cosas a la vez, así que toma la otra dirección, si él quiere pelea, tú quieres risa y diversión [12].
  • Mal humor mañanero: si cuando te levantas eres como un orco y quieres cambiar de actitud y sentirte más alegre sólo necesitas ponerte un lápiz en la boca un buen rato. Crees que estoy fatal, ¿eh? Pues no es para tanto, así como lo oyes, este ejercicio funciona y se conoce como “la sonrisa etrusca”. Es muy sencillo, coges un lápiz y lo pones en horizontal entre los labios. Lo empujas para forzar una sonrisa y te mantienes un rato así (digo una sonrisa no la mueca del Joker xD). Puede parecerte absurdo o incómodo, pero una vez más te repito que lo más simple y ridículo la mayoría de las veces funciona de forma espectacular.
    • ¿Por qué hacemos esto? Resulta que cuando tú te pones el lápiz y fuerzas la sonrisa estás haciendo un ejercicio muy potente: le estás diciendo a tu cerebro que estás sonriendo con plenitud, es decir: te sientes feliz. No se trata sólo de fingir la sonrisa unos segundos, se trata de tener la sonrisa puesta un rato. Tu cerebro al principio se quedará tan sorprendido como tú, pensando ¿por qué extraña razón te pones un lápiz en la boca?, pero al cabo de unos segundos empezará a pensar que esa sonrisa es de verdad, que estás feliz y se preguntará el porqué. Ahí es cuando tenemos que mantener el lápiz algo más de tiempo para que el cerebro se deje de chorradas y empiece a pensar “da igual el motivo, estar feliz es agradable, así que vamos a ser felices sin importar por qué”. Comenzarás a liberar endorfinas, te sentirás más feliz, al cerebro le encantará y se pondrá aún más feliz liberando más endorfinas, así que seguirá en ese estado y aunque te quites el lápiz de la boca, el “daño” ya estará hecho, el círculo vicioso ha comenzado: estás condenado a ser feliz, al menos por un rato [13].

 

Estas técnicas, al igual que muchas otras, puedes repetirlas e incluso convertirlas en un hábito, pero ya te informo de que con el tiempo no te hará falta, tu mente y tu cuerpo se habrán habituado de tal forma a ser felices que dejarán de parecerlo para serlo.

En todo caso, por ponerte una fecha, la comunidad científica sostiene que cualquier acción se puede convertir en hábito repitiéndola durante un período de 21 días, a algunas personas les lleva más tiempo y a otras menos, ¿de qué depende? Pues sobretodo de lo motivado que estés, de las ganas que tengas de adoptar ese cambio [14].

Es decir, lo que puede separarte de conseguir ser feliz pueden ser sólo 21 días.

 

Si aún no estás muy convencido, o ponerte un lápiz en la boca y parecer un tarado te parece un precio muy alto a pagar por ser feliz, te ofrezco un recurso que también funciona muy bien desvelándote el siguiente Paso:

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2 respuestas a “Manual para ser FELIZ. El libro Completo

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  1. Buenos dias Condesa, aquí tu fan número uno, ya he leído tu manual y solo puedo decir, FANTÁSTICO, me ha encantado, me parece genial que hayas hecho esta guía de la vida, es fresco, rápido de leer y entretenido desde la primera letra.
    Espero que sigas adelante con tus sueños, y aunque creo que sobra decirlo, sigue este manual para ser feliz, yo intentaré hacerlo. Mucha suerte en tu vida entre letras y te deseo lo mejor, ojalá te.vuelva a leer pronto.

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    1. Buenos días Pancha!
      Que bueno leerte de nuevo, me alegro mucho de que este manual te haya parecido útil y me siento halagada de que lo consideres una «guía de vida».
      Gracias por todos tus buenos deseos, yo espero que tengas una vida tan feliz como quieras y que tus proyectos para este año se hagan realidad. Me leeré el manual de nuevo y lo pondré en práctica siguiendo tu consejo (que a veces en casa de herrero…).
      Espero poder seguir cumpliendo ese deseo de aportar cosas interesantes para leer. Seguimos en contacto. Un saludo!

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